La jornada del Viernes Santo en la parroquia de San Jerónimo Emiliani se vive con gran devoción desde las primeras horas del día hasta entrada la noche. La tarea espiritual comenzó a las 10:00 de la mañana con el Vía Crucis, meditado por las principales calles vecinas al Templo y dirigido por el Padre José Luis Madero. Posteriormente la Liturgia de la muerte del Señor Jesús y el sermón de las siete palabras, meditado por el Párroco, Padre Luis María Carreño, ayudaron para reflexionar en las últimas horas de vida del Divino Salvador.
Al culminar la jornada se puso en marcha la "Magna procesión con la Virgen Dolorosa", donde todas las miradas estaban fijas en la bella imagen de Nuestra Señora Doliente por la cruel muerte de su Santo Hijo que asumió el camino de dolor y sufrimiento, en solidaridad con todos los hombres, para abrazar la Cruz, signo de la mayor humillación posible y lograr la salvación de la fuerza del Pecado.
