A partir de este 1 de junio los Museos Vaticanos reabrieron sus puertas a los visitantes presentes en Roma y próximamente también a los turistas de Italia y el resto de Europa.
El último día que los Museos Vaticanos estuvieron abiertos al público fue el lunes 9 de marzo, debido a que las autoridades italianas decretaron el cierre de los teatros, cines, museos para evitar la propagación de contagios del coronavirus COVID-19.
Sin embargo, esta reapertura incluye todavía medidas cautelares sanitarias, como el uso de mascarillas, el lavado de manos con gel antibacterial, la medición de la temperatura a cada visitante en la entrada de los museos y que los boletos podrán ser comprados solamente con anticipación en línea y con horario concreto, de modo que puedan evitar aglomeraciones al garantizar que las personas visiten los museos en grupos máximos de diez personas.
La directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta, explicó que durante estos casi tres meses de cierre al público provocado por la pandemia del COVID-19, el equipo de personas que trabaja allí aprovechó para realizar algunos arreglos, manutención y también restauración de algunas obras de arte.
Entre ellas, Barbara Jatta destacó las famosas “estancias de Rafael” en el Salón de Constantino, un espacio amplio decorado con frescos, en el cual un equipo de profesionales realizó estudios para corroborar la técnica utilizada y concluyeron que fueron realizados por el mismo Rafael.
Los resultados de estos análisis son particularmente significativos, no solamente para la directora de los Museos Vaticanos y los artistas que han trabajado en estos estudios, sino para los conocedores del arte italiano ya que en abril de 2020 comenzaron las celebraciones por los 500 años del fallecimiento de este artista del Renacimiento.
Por último, sobre la personalidad de Rafael, Barbara Jatta destacó que fue un hombre con “dones, inteligente, capaz de dialogar, agradable en el trato, quien trabajó para dos Pontífices”. “Un hombre que fue puente, también entre los artistas de la época, un gran ‘manager’ que sabía darse cuenta del talento de las personas que podían ser sus colaboradores. A diferencia de Miguel Ángel que quería trabajar solo”.