Un corazón sencillo y humilde quien cree en la palabra del Señor, da fruto abundante, el que escucha mi palabra y la vive, sana libera y transforma; en el espacio de familia es una bonita oportunidad de preguntarnos ¿cómo vivimos nuestra vocación de cristianos de hombres y mujeres creyentes? En nuestro hogar debemos ser comprometidos con la palabra, con el evangelio y eso nos da la razón de lo que hemos vivido, hemos crecido y aprendido conociendo más a Jesús. La semilla en diferentes terrenos nos deja varias ideas: 1. El pájaro símbolo de egoísmo, pasamos desapercibidos. 2. el pedregoso, las emociones, los insensibles a los valores, la superficialidad, 3. El terreno fértil abonado, es la bondad, el amor, la misericordia y paciencia. No podemos quedarnos en los pedregosos, esta semana preguntémonos ¿Si de verdad la palabra del señor que oro cambia mi vida y da los frutos necesarios y suficientes? No nos dejemos llevar por las tempestades, las crisis el desánimo, perseveremos en el amor a Cristo y en su palabra. Salmo 64, tu palabra me da vida confió en ti señor.