El Papa Francisco presidió este miércoles 25 de marzo desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano el rezo mundial del Padre Nuestro por los enfermos afectados por la epidemia de coronavirus COVID 19, sus familias y los trabajadores sanitarios y voluntarios que hacen frente a la crisis.
“Hoy nos hemos dado cita, todos los cristianos del mundo, para rezar juntos el Padre Nuestro, la oración que Jesús nos enseñó”, comenzó el Santo Padre.
Señaló que “como hijos confiados nos dirigimos al Padre. Lo hacemos todos los días, muchas veces al día; pero en este momento queremos implorar misericordia para la humanidad duramente probada por la pandemia de coronavirus. Y lo hacemos juntos, cristianos de toda Iglesia y Comunidad, de toda edad, lengua y nación”.
Por ellos, “rezamos por los enfermos y sus familias; por los trabajadores sanitarios y cuantos les ayudan; por las autoridades, las fuerzas del orden y los voluntarios; por los ministros de nuestra comunidad”.
“Hoy muchos de nosotros celebramos la Encarnación del Verbo en el seno de la Virgen María, cuando con su ‘He aquí’, humilde y total, se reflejó el ‘He aquí’ del Hijo de Dios. También nosotros nos confiamos con plena fe a las manos de Dios, y con un corazón y un alma sola rezamos” el Padre Nuestro.
El Papa había convocado a todos los cristianos de las diferentes confesiones a rezar juntos hoy el Padre Nuestro. La oración se retransmitió en directo desde Vatican Media y la señal fue repetida por diferentes medios de comunicación de todo el mundo.
Antes del rezo, el Papa había presidido la Audiencia General, al final de la cual pidió unir “nuestras voces de súplica al Señor en estos días de sufrimiento, mientras el mundo está siendo duramente probado por la epidemia”.
“Que el Padre, bueno y misericordioso, escuche la oración común de sus hijos que con confiada esperanza dirigen a su omnipotencia”, suplicó.