Una emotiva eucaristía con una numerosa participación de fieles y precedida por Monseñor Daniel Caro y concelebrada por varios sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá, entre ellos Monseñor Alirio, se le rindió homenaje recordando los símbolos cuando se ordenó como presbítero, el feretro en el piso como renuncia total, de lo que un día postrado en tierra se comprometió vivir la fidelidad al sacerdocio. La casulla encima asumió los pecados de los fieles cargando el yugo y asumiendo la actitud a ejemplo de Cristo: actuar en la persona de Cristo. El evangeliario como profeta predicando la verdad sobre Cristo, la iglesia y el hombre. A su vez Monseñor Caro, le exalto que su predicación siempre era sustanciosa, sazonada y que llegaba directo al corazón. Al finalizar miembros de la Fundación Kairos que El creo y fundo, al unísono,nos recordó, "cuán grande es él ". Todo se llevó acabo en la Parroquia que lo recibió como sacerdote y en profunda comunión eucarística.