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El diezmo, colabora con tu parroquia

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El Diezmo representa el 10% de los ingresos que son ofrecidos a Dios. No obstante, cada uno está llamado a ofrecer su aporte conforme al máximo de sus capacidades y…

Sus objetivos

1. Fortalecer la identidad y el compromiso cristiano de los laicos, invitándolos a una mayor participación en la vida de la Iglesia. 

2. Lograr que en cada parroquia, a través de una catequesis sobre la generosidad, los fieles descubran que el desprendimiento de sus bienes materiales es parte esencial de su vida cristiana y que la entrega de su Diezmo los lleva a incrementar su co-responsabilidad con la misión evangelizadora de su parroquia. 

3. Alcanzar, a través del Diezmo y la Ofrenda, el autofinanciamiento de las obras evangelizadoras y de promoción humana de cada parroquia. 


Dimensión Religiosa

Representa los gastos para el mantenimiento del templo y sus actividades litúrgicas y pastorales. De esta manera, la comunidad pasa a tener más medios para vivir y profundizar en su fe.


Dimensión social

Los aportes en esta área permiten desarrollar mayores obras de promoción humana. Es así como cada diezmista vive la caridad y la efectiva solidaridad con los hermanos más necesitados: los pobres, los huérfanos, enfermos y viudas.


Dimensión misionera

A través de esta dimensión, el diezmista proyecta su evangelización, por medio del apoyo a las misiones parroquiales, el aporte a la manutención de vocaciones sacerdotales y religiosas y el apoyo a la misión de la Diócesis.

  • Invita a una participación más activa y comprometida del laico en la misión de la Iglesia. 

  • Ayuda a vivificar y dinamizar las actividades parroquiales. 

  • Despierta la generosidad y la alegría del dar entre los fieles de la parroquia. 

  • Permite lograr el autofinanciamiento de las obras evangelizadoras de la parroquia, por el aumento de ingresos por las Ofrendas y el Diezmo. 

  • Otorga al sacerdote más tiempo disponible para su misión evangelizadora. 

  • Asegura ingresos fijos mensuales que ayudan en la planificación de gastos. 

  • Posibilita una mayor proyección apostólica y de promoción humana. 

  • Aumenta los aportes de las parroquias a la Diócesis y los Seminarios. 

  • Sistematiza y mejora la administración parroquial, informando con transparencia, el balance mensual de gastos a la comunidad


    LA BIBLIA NOS DICE...

    "Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: "Dios ama al que da con alegría.

    " Y poderoso es Dios para colmarnos de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo lo necesario, tengáis aún sobrante para toda obra buena." (2 Cor 9, 7-8)


    Dios, en su infinito amor nunca permitirá que nada nos falte, y es por eso que debemos de tener un corazón confiado, pues sabemos que el Señor proveerá, y Él que nos conoce más que nosotros mismos nos dará lo necesario para vivir y hasta para ser generosos con nuestros hermanos.

    EL DIEZMO

    • ¿Qué es?
    El Diezmo es un aporte mensual que cada fiel realiza con amor, fruto del compromiso personal que tiene con Dios, de Quien reconoce haber recibido todo lo que es y tiene. En agradecimiento por los bienes espirituales y materiales recibidos, opta por ofrecer su Diezmo al Señor. 

    • ¿Cuánto debo dar?
    El Diezmo representa el diez por ciento de mis ingresos que entrego a Dios. No obstante, estás llamado a ofrecer tu aporte conforme al máximo de tus capacidades y posibilidades. En algunos casos podrá ser más y en otros será menos de ese diez por ciento. 

    • ¿Para qué sirve?
    A través de tu generosidad, ayudas a cubrir las necesidades de tu parroquia en sus tres dimensiones: religiosa, social y misionera. 

    • ¿Para quién es?
    El Diezmo que le ofreces al Señor por medio del párroco, en la Pastoral del Diezmo, es para la comunidad a la que perteneces. Esta práctica no es novedad, se encuentra en varios pasajes de la Sagrada Escritura.

    LA OFRENDA DE LA MISA

    • ¿Qué es la Ofrenda?
    Durante la misa, haces entrega de la ofrenda, que simboliza el deseo de brindar toda tu vida al Señor, ofreciéndole ante el altar, tus intenciones, necesidades y esfuerzos. La intención de ofrecerte a Dios, se manifiesta en la contribución que depositas en la canasta. De esta manera te unes a los dones del pan y el vino que serán presentados a Dios, en el altar. 

    • ¿Para qué sirve?
    La ofrenda sirve para participar más activamente en la celebración de la liturgia y para contribuir con las necesidades de tu parroquia. De esta forma estás ayudando a mejorar los medios utilizados en la celebración litúrgica. 

    • ¿Para quién es?
    Esta ofrenda es para Dios, por ello se realiza en el marco de la celebración de la liturgia eucarística. El apóstol San Pablo nos exhorta a participar en la misa con nuestra ofrenda de la siguiente manera: "Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros reserve en su casa lo que haya podido ahorrar." (1 Cor. 16,2)

    LA CARIDAD

    • ¿Qué es la Caridad?
    La caridad es una virtud que brota de un corazón sensible a las necesidades del prójimo; la caridad nos solidariza con el sufrimiento de los más necesitados, y nos lleva a servirles con la entrega de nuestros talentos personales, del tiempo y de los bienes materiales. 

    • ¿Para qué sirve?
    Ella nos lleva a socorrer a nuestros hermanos más pobres en sus necesidades, amándolos como Cristo nos amó, haciéndonos capaces de entregar la propia vida por amor al Señor. Por ello, además de vivir el diezmo y participar con la ofrenda, el Señor nos urge a amarlo a Él en el ejercicio de la caridad al prójimo. 

    • ¿Para quién es?
    La caridad esta dirigida a nuestros hermanos más necesitados. Ella ve por sus necesidades y procura así el orden de la justicia, de modo que a quien no tenga, no le falte lo necesario.

    El Cristiano y el Diezmo
    (Tomado del libro "La Vida Responsable" de Cecil A. Ray - ISBN:0-311-46079-8)

    "Estimado pastor, extrañamos mucho a nuestra iglesia," escribió una familia que estaba de visita fuera de la ciudad. "Estamos enviando nuestra contribución, lo que nos hace sentir unidos a la iglesia." Se incluía una cantidad de dinero que era su diezmo. Esto representó un sentimiento verdadero. Sus ofrendas los vinculaban con su iglesia, aun en la ausencia. El amor era el motivo, y el diezmo el modelo de su dádiva. 

    La guía del creyente sobre cuanto debe dar se encuentra en la idea bíblica de las ofrendas proporcionales. En el Antiguo Testamento el porcentaje fue determinado por un sistema de diezmos y ofrendas. Jesús no estableció la cantidad que se debe dar, pero resaltó los ejemplos de proporciones sacrificiales, tales como el ciento por ciento que dio la viuda y el cincuenta por ciento que dio Zaqueo. Insistió en el espíritu de generosidad. Pablo hizo hincapié en que lo que se da sea una respuesta a la manera como Dios le ha prosperado. Esto sugiere un porcentaje que se aumenta a medida que incrementan los ingresos. 

    Mientras las referencias en la Biblia en cuanto al diezmo son escasas, hay mucho que se puede considerar sobre este asunto tomándolo de la Biblia y de la historia. Hay muchas dificultades involucradas al tratar de entender el diezmo. Una razón para esta dificultad es que el diezmo bíblico no es sencillamente que cada persona dé el 10 por ciento de sus ingresos para la obra de Dios. En lugar de eso, es un sistema complejo y cambiante. Otra dificultad es la larga historia que esta incluida. El diezmo de Abraham y de Jacob no era igual al de Israel bajo la ley mosaica. Las practicas de diezmar en los últimos días del Antiguo Testamento y en el tiempo entre los dos testamentos eran también diferentes. 

    Una sencilla definición del diezmo es difícil. Los eruditos bíblicos no están de acuerdo. Algunos interpretan que el Antiguo Testamento estableció solo un diezmo. Otros afirman que fueron dos. Y. un grupo aun más grande de interpretes dice que fueron tres. Un hecho es cierto, sin embargo: el diezmar era una idea fuertemente establecida en el día de Jesús. Era un modo de vida. 

    LA HISTORIA DEL DIEZMO 

    1. El origen del diezmo

    La historia del diezmo incluye las practicas religiosas de las gentes de muchas naciones. Era una práctica común de todo el mundo antiguo. Hay inscripciones que muestran el diezmo en Babilonia desde el siglo sexto a. de J. C. y en la región de Palestina-Siria desde el siglo decimocuarto a. de J. C. El diezmo ha sido rastreado hasta los cartagineses, los griegos, los fenicios, los árabes, los chinos, los silicianos, los galos, los británicos y los sajones. 

    No hay un conocimiento definido de como esta práctica comenzó. Una teoría dice que el hombre primero usaba sus diez dedos de las manos, o de los pies, para contar. De esto salió la idea de dar una parte, o sea uno de cada diez. Parece que la practica comenzó como una expresión voluntaria de gratitud hacia el dios que se adoraba. El diezmo entregado por la gente no israelita era mas o menos igual al de los israelitas. El diezmo representaba dos cosas: una ofrenda tanto religiosa como política. Se usaba para mantener al personal y las actividades del templo. El rey generalmente cobraba el diezmo ya que frecuentemente servia como cabeza de ambos: el templo y la corte. 

    2. El diezmo en el Antiguo Testamento 

    (1) El diezmo antes de la ley mosaica.-El diezmo comenzó en el Antiguo Testamento como un acto espontáneo de adoración. El primer relato es el de Abraham que dio el diezmo a Melquisedec sobre el botín de su guerra (Gn. 14:17-20). El voto de diezmar de Jacob (Gn. 28:18-22) es el segundo rela- to registrado sobre el diezmo. Jacob había dejado el hogar y estaba buscando una esposa en Padan-aram. Unos pocos estu- diosos han tratado como cuestión del diezmo la controversia que surgió con los sacrificios de Caín y Abel. 

    (2) El diezmo bajo la ley mosaica.-Lo que comenzó como un acto voluntario y espontáneo de gratitud llegó a ser una exigencia legal. Bajo la ley mosaica la práctica fue definida y requerida para sostener a los levitas, las fiestas religiosas, y a los pobres. Richard B. Cunningham ha indicado que tres diezmos fueron establecidos. El primero fue el diezmo de la celebración: una familia se unía a la fiesta y comía el diezmo que había traído a la comida de la celebración (Dt. 12:5-19). El segundo era el diezmo de la caridad que se daba cada tercer año para el necesitado (Dt. 14:28, 29). El diezmo del templo era el tercer diezmo (Núm. 18:21-24). Estos tres diezmos incluían por lo menos el veintitrés par ciento del ingreso agrícola de una persona. 

    El diezmo voluntario fue cambiado gradualmente a un sistema de diezmar. Este sistema, a su vez, cambió durante el curso de la historia de Israel. Los cambios reflejaron las nece- sidades y las actitudes de los tiempos. Un hecho permaneció, 

    sin embargo; el diezmo se daba de los productos agrícolas. Frecuentemente los reyes, tales como David y Ezequias,

    cobraban los diezmos. El rey estaba a cargo de los fondos del templo. Él distribuía los diezmos y ofrendas al personal del templo. 

    Se dice que Ezequias había organizado el almacenamiento y los lugares específicos de distribución para cobrar los diezmos y ofrendas (2 Cr. 31:6-12). En el periodo de los profetas, el diezmo llegó a ser esencial para mantener el templo. Esto permite entender las palabras duras de Malaquias, Nehemias y Amos. Los diezmos eran todavía en su mayoría de los productos agrícolas. 

    Los diezmos fueron usados a veces por el rey para cosas que no tenían relación con el templo. Samuel (1 S. 8:10-18) advirtió al pueblo que un rey podría tomar la décima de grano y del rebano para darlo a sus oficiales y sirvientes. En los tiempos del Antiguo Testamento la vida en Israel era basica- mente rural y agrícola. La gente no separaba lo secular (tal como el gobierno) de lo religioso. El pueblo vio ambas cosas corno responsabilidades ante Dios. 

    Algunos eruditos interpretan las primicias como si fueran lo mismo que el diezmo. No es siempre claro si el diezmo y los primeros frutos dados al Sacerdote eran los mismos (Dt. 18.1- 4). Pareciera que generalmente hay una cuidadosa separación entre los diezmos y los primeros frutos en la mayoría de los relatos. A veces el mantenimiento principal del sacerdocio parecería cambiar del diezmo a las primicias. Una consideración del lugar de la ofrenda y los primeros frutos, así como el diezmo, es esencial para que el panorama del dar del Antiguo Testamento sea completo. 

    3. El diezmo en el período entre los Testamentos 

    Durante el período poco antes del cierre del Antiguo Testamento y entre los dos testamentos, las practicas de diezmar fueron desarrolladas a tal punto que tuvieron forma en el mundo en el que Jesús vivió. Los rabíes judíos armonizaron las instrucciones del diezmo para llevarlas hasta un sistema claramente definido. Se incluían tres diezmos: 

    (1) Un diezmo anual basado en Números 18:21-24, el cual se les daba a los levitas. 

    (2) Un diezmo de celebración basado en Deuteronomio 12:5-19; 14:22, 23, en el que los adoradores, junto con su familiar comían su propio diezmo en Jerusalén. 

    (3) Un diezmo de caridad basado en Deuteronomio 14:28, 29 para uso en su propia población con fines caritativos. 

    Los rabíes también desarrollaron ciertas interpretaciones extremistas de la ley del diezmo, y trataron de imponerlas sobre el pueblo. Por ejemplo, fue elaborado cuidadosamente un reglamento completo sobre el diezmo de las semillas y las plantas. Sobre este diezmo de la semilla se refirió Jesús en Mateo 23:23 y en Lucas 11:42. 

    Los rabíes distorsionaron el lugar del diezmo, llevándolo mas allá de su significado original. El diezmo debía producir lluvia en el otoño, y el no diezmar acarreaba la sequía. El detalle minucioso a menudo llegaba a lo ridículo. Por ejemplo, especificaron que un grano encontrado en un hormiguero estaba sujeto al diezmo si el hueco estaba cerca al granero del agricultor. No esta claro si el comerciante y el artesano debían diezmar, porque básicamente el diezmo era agrícola. Algunos sugieren que se requerían durante este tiempo unas doce clases diferentes de ofrendas, incluyendo los diezmos, sumando hasta el cuarenta por ciento de los ingresos de una persona. 

    4. El diezmo en el Nuevo Testamento

    El Nuevo Testamento tiene poco que decir acerca del diezmo. En las tres referencias al diezmo, se lo discute en conexión con otro tema. Dos de estas referencias son de Jesús, y las dos están relacionadas con la reprimenda que les hizo a los escribas y fariseos por su hipocresía. La tercera referencia (He. 7:2-9) se hace en relación con un argumento en donde se establece a Jesús como el Sumo Sacerdote, superior a Melquisedec. Los apóstoles no hacen ninguna referencia a los diezmos. 

    La historia afirma que el diezmo fue una practica ampliamente aceptada en este tiempo. Algunos sostienen que el silencio del Nuevo Testamento sobre el diezmo fue el resultado sencillo de tomar el diezmo como algo normal; esto es, que estaba tan establecido que no se necesitaba decir nada. Una serie completa de "argumentos del silencio" se ha establecido para hacer resaltar el diezmo del Nuevo Testamento. Un ejemplo de esto es el argumento de que Jesús practicó el diezmo, ya que de lo contrario hubiera sido atacado por sus críticos de haberlo descuidado. Se necesita tener cuidado antes de deducir demasiado a base del silencio. Se puede Llegar a ser culpable de hacer que las Escrituras digan lo que no dicen. 

    5. El diezmo entre los primitivos cristianos

    Al diezmo se le dio poco énfasis durante los primeros quinientos anos después de Cristo. Una declaración de Ireneo que vivió del 140 a 202 d. de J. C. arroja alguna luz. "Mientras que ellos (los judíos) acostumbraron a retener los diezmos de sus propiedades como consagrados, los otros (los cristianos) por otro lado, que han alcanzado libertad, dedican para el uso del Señor todas las cosas que poseen, ofrendando gozosa y libremente en mayor abundancia, porque tienen una esperanza más grande." Cuando el fervor de la época del Nuevo Testamento disminuyo y las ofrendas liberales de los cristianos declinaron, los lideres de la iglesia gradualmente volvieron a su énfasis sobre el diezmo. 

    6. El diezmo, establecido como ley del estado

    En el Concilio de Macón en 585 d. de J. C., la iglesia romana hizo que el diezmo fuera una ley oficial de la iglesia. Se intervino sobre este asunto otra vez en el Concilio de Rouen en 650 d. de J. C. y en el Concilio de Metz en 756 d. de J.C. Carlomagno hizo que el diezmo fuera una ley pública para el Santo Imperio Romano al principio del siglo noveno. Una acción similar en Inglaterra declaró al diezmo una ley de la iglesia en 786 d. de J.C. y una ley del estado en 900 d. de J.C. 

    Los abusos de la iglesia católica durante el período posterior al siglo noveno señalan una de las más oscuras manchas de su larga historia. Sus abusos incluyeron la venta de indulgencias, que fue un programa para colectar dinero. Los abusos en cuanto al diezmo en Inglaterra hicieron la vida miserable para el pueblo, lo que dió como resultado una rebelión abierta. 

    7. Los bautistas y el diezmo

    El diezmo exigido por la ley de Roma e Inglaterra, y sus abusos, indudablemente in- fluyeron en los movimientos cristianos primitivos de iglesias libres o no-estatales como las de los Estados Unidos, particularmente entre los bautistas. La historia sobre el énfasis de los Bautistas del Sur acerca del diezmo es relativamente breve. El movimiento diezmador entre ellos comenzó a principios de este siglo. En 1909 el Movimiento de los Laicos estableció como uno de sus objetivos: "Instar a los laicos en todo lugar a adoptar el diezmo como el modelo mínimo para ofrendar". En la década de 1920 las iglesias fueron animadas por la votación de la Convención a promover los "grupos de diezmeros". Durante la década de 1930 la nota de énfasis sobre el diezmo fue establecida sobre: "Confía en mí, pruébame, compruébame", como idea fundamental, basada en Malaquias 3. En 1948 la Convención Bautista del Sur aprobó el lema: "Cada bautista un diezmero," y en 1965 se aprobó un desafió de dos años sobre el tema: "Diezma Desde Ahora". La campaña de "Diezma Desde Ahora" fue aprobada junto con la meta de buscar dos millones de nuevos diezmeros. 

    LO QUE LA BIBLIA DICE ACERCA DEL DIEZMO 

    La palabra diezmo (diezmar, diezmos) aparece treinta y nueve veces en la Biblia: treinta y dos en el Antiguo Testamento y siete en el Nuevo Testamento. 

    El Diezmo en el Antiguo Testamento 
    (1) Génesis 14:20: "Y le dio Abram los diezmos de todo." Esta es la primera referencia bíblica sobre el diezmo. Fue dado por Abram a Melquisedec cuando Abram venci6 a unos reyes aliados que habían atacado Sodoma y tomado cautivo a su sobrino Lot. Abram reconoció la posici6n de Melquisedec como la de un Sacerdote, y le dio el diezmo como un reconocimiento de adoración a Dios. 

    El diezmo de Abram fue voluntario. Incluyó la décima parte de todo lo que obtuvo como botín de guerra. Fue dado a un rey-sacerdote. No se da ninguna información de cómo fue usado el diezmo. 

    (2) Génesis 28:10-22.- "Y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti" (v. 20). Esta es la segunda referencia al diezmo registrada en el Antiguo Testamento e incluye la promesa de Jacob de diezmar a Dios. En su sueño en Betel, Jacob oyó la voz de Dios bendiciéndole. Después que despertó, construyó un altar e hizo este voto a Dios. 

    Poca información de los hechos se da en este pasaje. Aparentemente Jacob lo discernió como un reconocimiento de su responsabilidad para Dios. Prometió el diezmo de todo lo que recibiría. No se da ninguna luz sobre a quién iba a ser entregado o cómo sería usado. 

    (3) Deuteronomio 12:5-18. "15Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podrá comer, como la de gacela o de ciervo. 16Solamente que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua. 17Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos; 18sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos. ." 

    Estas son las primeras instrucciones en cuanto al diezmo. El diezmo tenia que ser de los productos agrícolas, y debía ser usado en la celebración anual en uno de los santuarios de adoración. Las fiestas y festividades habían llegado a ser una parte importante de la gozosa vida religiosa del pueblo hebreo. 

    (4) Deuteronomio 14:22-28. indefectiblemente diezmareis todo el producto del grano que rindiere tu campo... Y si el camino fuere tan largo que no puedas Llevarlo . . . entonces lo venderéis... y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas... o por cualquier cosa que tu deseares... Y no desamparareis al levita... Al fin de cada tres años sacareis todo el diezmo... y lo guardareis en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados. 

    Las instrucciones para la celebración de la fiesta descrita en Deuteronomio 12 son aumentadas para incluir el derecho de vender el grano y comprar cosas para la fiesta en el santuario. La provisión para que los levitas participaran en la fiesta se hacia del diezmo. El otro rasgo distintivo del nuevo sistema del diezmo era el uso del diezmo del tercer año. Debía ser entregado en el pueblo local para los levitas y los necesitados. La importancia de las fiestas anuales es evidente. Sirvieron como ocasiones de gran unificación, patriotismo, y religiosidad. 

    El diezmo debía ser de granos. Debía ser usado por dos años por el dador y los levitas en una fiesta. En el tercer año debía ser entregado en un almacén local céntrico para el uso de los levitas y los necesitados. Deuteronomio 26:12 define además que este diezmo del tercer año debía ser administrado por los levitas. 

    (5) Deuteronomio 26:12-14. "Cuando acabes de diezmar todo el dinero de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita... Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita... No he comido de ello... he obedecido." 

    Además del cumplimiento de la responsabilidad del diezmo del tercer año, al israelita se le exigía hacer una declaración solemne delante de Dios de que su diezmo había sido pagado. 

    (6) Números 18:21-28. "Yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad . . . Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado... vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos." 

    Esta instrucción refleja un cambio en el sistema de diezmos que se encuentra en Deuteronomio. Da evidencia de un crecimiento en el sacerdocio organizado. Los levitas, que no recibían parte en la herencia de la tierra, iban a recibir el diezmo de los productos agrícolas. Los levitas, a su vez, iban a pagar un diezmo a los sacerdotes. Este pasaje pide que el diezmo total sea entregado a los levitas. No se hace mención al hecho de que el adorador pudiera retener algo para su propio consumo en la fiesta o para ayudar al pobre. 

    (7) Levítico 27.30-32. "Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los Árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello. Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová." 

    Esta instrucción del diezmo se encuentra primero en el orden de la Biblia, pero en cuanto al tiempo, aparece después de las instrucciones de Deuteronomio e incluye regulaciones adicionales en cuanto al diezmo. Se añade el diezmo de los animales. Los animales iban a ser guiados por el portón, y el décimo de cada grupo iría para el Señor. No habría ningún manejo especial de los animales para impedir que alguno de ellos fuera el décimo. Tampoco al dueño se le permitía sustituir un animal por otro. Si intentaba cambiar uno, entonces los dos animales debían ser entregados. El diezmo de los granos y los productos podía ser vendido si se deseaba, pero un 20 por ciento extra debía ser añadido, si esto se hacia. 

    (8) 2 Cr6nicas 31:6, 12. "También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que hablan prometido a Jehová su Dios, y los depositaron en montones." 

    Este fue un tiempo de reforma, y la gente presentó sus diezmos deseosamente. Ezequias, el rey, designó al Sacerdote y a los levitas para recibir los diezmos y ofrendas adeudados. La unión estrecha entre la religión y el gobierno se ilustra otra vez. Este relato no constituye un cambio en el sistema de diezmar, pero indica la falta del pueblo en haber entregado sus diezmos. 

    (9) Nehemias 10:37, 38; 12:44; 13:5, 13:12. 

    ... que traeremos... el diezmo de nuestra tierra para los le- vitas; y que los levitas recibirían las décimas de nuestras labores en todas las ciudades (10:37). En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos (12:44). ... el diezmo del grano, del vino y del aceite, que estaba mandado dar a los levitas, a los cantores y a los porteros, y a la ofrenda de los sacerdotes... Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y del aceite, a los almacenes (13:5, 12). 

    La idea de los almacenes como lugares donde juntar los diezmos había llegado a ser bien establecida. Cuando los judíos retornaron de la cautividad babilónica y reconstruyeron Jerusalén, Nehemias hizo arreglos para la colección y almacenaje de los diezmos. 

    (10) Amós 4:4, 5. "Id a Bet-el, y prevaricad; aumentad en Gilgal la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días. Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice Jehová el Señor." 

    Amós revela la falta de sinceridad del pueblo en su adoración y al traer los diezmos. Es evidente que Israel no fue siempre fiel en sus diezmos. 

    (11) Malaquias 3:8-10.-¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 

    La predicación profética amonestaba severamente a la nación por descuidarse en presentar los diezmos al Señor. Malaquias acusa al pueblo de robarle a Dios cuando rehusaba pagar los diezmos y las ofrendas. Estos hechos son evidentes: el diezmo era visto como de gran importancia, y su pago era un requisito, y su uso era para la obra de Dios; posiblemente para el templo, ya que la referencia "en mi casa" se menciona. 

    El diezmo en el Nuevo Testamento.-En los días de Jesús el diezmo fue establecido como la norma judía en las ofrendas. Jesús fue consciente de su practica y sus abusos por los rabíes.
    Mateo 23:23. "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas¡ porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello." (Vea también Lucas 11:42). 

    Jesús no condena el diezmo de los fariseos. En realidad, no estaba hablando primordialmente acerca del diezmo. Estaba amonestando a los lideres religiosos por haber perdido la perspectiva en cuanto al verdadero valor de las posesiones delante de Dios. Ellos estaban preocupados en cuanto a los detalles de sus diezmos pero eran indiferentes a las responsabilidades de la justicia, la misericordia y la fe. Hay mucho debate acerca de las palabras "esto era necesario hacer". Muchos eruditos creen que esta frase se refiere a la justicia, la misericordia y la fe. Otros sostienen que se refiere al diezmo. No puede haber absoluta seguridad, pero el peso de la evidencia es que se refiere a la justicia, la misericordia y la fe. 

    Jesús reconoció a los fariseos por su diezmo cuidadoso de las especias. No recomienda o rechaza la practica como una regla para sus seguidores. Esta referencia añade poca información al significado especifico del diezmo. El diezmo al que se refiere eran productos de la huerta y eran hojas sazonadoras. Este era uno de los muchos requisitos añadidos en la época entre los dos testamentos. Esta referencia señala lo que era el diezmo, pero no especifica quiénes debían diezmar o para qué sería usado el diezmo. 

    (2) Lucas 18.12. "... ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano." Estas fueron las palabras orgullosas y pretenciosas del fariseo en el relato que hizo Jesús sobre los dos hombres en el templo. Jesús hizo un contraste entre el fariseo jactancioso y el publicano penitente. Del publicano dijo: "Os digo que ´este descendió a su casa justificado antes que el otro" (Lc. 18:14). 

    De nuevo, Jesús no está hablando del diezmo. Condena al hombre por su amor propio y por tratar a los demás con menosprecio. La jactancia del hombre sobre el diezmo indica que é1 podía haberse excedido en los requisitos de la ley. 

    (3) Hebreos 7.-l-9. 

    Porque este Melquisedec, rey de Salem, Sacerdote del Dios Altísimo... a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo... Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dió diezmos del botín. Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham. Pero aquel cuya genealogía no es contada entre ellos, tomó de Abraham los diezmos y bendijo al que tenia las promesas. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos. 

    Este pasaje se refiere a Génesis 14:20 cuando Abraham pagó los diezmos a Melquisedec. Ilustra la superioridad de Cristo sobre el sacerdocio levítico. Este pasaje habla de Jesús y no del diezmo. Hacerlo de otra manera es distorsionar la verdad. Es fácil razonar que si los diezmos fueron pagados a un Sacerdote inferior, cuánto más debieran ser pagados los diezmos a Cristo. El valor de tal 1ógica sirve para recordar al cristiano una razón importante para dar. Sin embargo, forzar la 1ógica es forzar las Escrituras para que digan más de lo que realmente dicen. 

    3. Un resumen de la enseñanza bíblica acerca del diezmo.-Este breve estudio de las Escrituras en cuanto al diezmo revela el siguiente resumen de hechos. 

    (1) El diezmo en el Antiguo Testamento incluía un sistema de ofrendar el ganado, el grano y el aceite (productos agrícolas), no sencillamente un diez por ciento del ingreso personal. 

    (2) Hay relativamente poca discusión bíblica sobre el diezmo en el Antiguo Testamento y aun menos en el Nuevo Testamento. 

    (3) No es posible determinar definitivamente todo el sistema del diezmo incluido o cuanto del ingreso individual se exigía. 

    (4) El diezmo era parte de un concepto más amplio en cuanto al dar, que incluía ofrendas (especificas y voluntarias), primeros frutos, y sacrificios. 

    (5) El acercamiento del Antiguo Testamento a los diezmos, las ofrendas y los primeros frutos reflejó una unión estrecha entre la vida religiosa y política en Israel. Vieron la vida como un todo y no separadamente como algunos la miran hoy. 

    (6) La gente frecuentemente abusó del diezmo al descuidarse en darlo y al usar muchas excusas para evitarlo. Los lideres abusaron también por hacer demandas excesivas. 

    (7) El Nuevo Testamento no afirma una posición especifica sobre el diezmo para el cristiano. Jesús reconoció al fariseo por diezmar las especias de su huerta. Pero no dió instrucciones a sus seguidores sobre esta práctica. Esto no significa, sin embargo, que Jesús se quedó callado sobre el asunto del dar por parte de sus seguidores. 

    (8) El diezmo ofrece al cristiano una herencia que puede ayudarle a formar su entendimiento del dar y puede servir como una guía para asegurarle su crecimiento en dar.