El momento más reconocible de la liturgia del Jueves Santo es el lavatorio, la tradición de imitar a Jesús lavando los pies de los doce apóstoles antes de la Última Cena. Este año, el padre Mario Ronchetti , Sacerdote Somasco, lavó como de costumbre los pies de 12 feligreses de la parroquia San Jerónimo Emiliani, una bella ceremonia de humildad al estilo de Jesús y concelebrada por el padre Luis María Carreño crs, párroco, el padre Antonio Formenti crs y el Diácono permanente Luis Ferrucho.
La hermosa jornada del Jueves Santo, culminó con la adoración a Jesús en el Monumento, en una noche marcada por la oración, reflexión y asistencia masiva de los feligreses al templo parroquial.